domingo, 5 de septiembre de 2010

Un pequeño paso fugaz

Los días como hojas al viento, un largo viaje al mundo de los recuerdos impregnados de aromas.
Sonrisas de otros tiempos, alegría genuina en los juegos sin fin, pies descalzos sobre las piedras, tardes y noches, complicidades inocentes. Colinas y cerros todos nuestros, dinosaurios sepultados. Relatos fantasiosos, otrora voces ancestrales, espantos, pistolas, minas, brujas y duendes en alguna potente y flemática voz de algún anciano. Escalofrío gozoso, miro a mi casa y su figura se yergue gigantesca, omnipotente, voluptuosa y protectora; voy a su llamado.
Dias felices aquellas tardes de verano, mangos sazones, pasojo, polvo y aserrin. Viajes fantásticos, criaturas inolvidables y cielos llenos de estrellas, arroyos de ensueño que nos transportaban a un paraíso infinito.


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